Cómo cambia el gusto y el olfato durante el embarazo
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No les pasa a todas las mujeres pero a muchas sí. Los cambios hormonales del primer trimestre del embarazo suponen también para muchas mujeres la modificación de los sentidos del gusto y el olfato , haciendo insoportables los olores que hasta unas semanas antes eran fácilmente tolerados o incluso apreciados. De igual forma otros olores que antes no aguantamos se vuelven aceptables e incluso agradables. Una «locura» debido a las hormonas que puede llegar a sorprendernos mucho. Descubramos más sobre cómo cambia el gusto y el olfato durante el embarazo.
Cómo cambia el gusto y el olfato durante el embarazo
Uno de los primeros problemas que notaremos al estar embarazadas son esos cambios del gusto y el olfato que empezamos a desarrollar. Como si tuviéramos un sentido amplificado, cada uno de los olores y a veces, de los gustos que notamos parecer ser totalmente distintos. Se potencian algunos olores y se eliminan otros, podemos incluso notar algunos mareos con alguna colonia extrema o ingrediente que no nos gusta. Con el gusto pasa lo mismo, aquel plato que nos encanta deja de ser tan apetecible. Son pequeños cambios que tienen una explicación.
Como cambia el olfato
El cambio del olfato durante el periodo de gestación tiene un nombre: hiperosmia. Es un trastorno asociado con muchos síntomas diferentes, entre ellos la depresión, pero en el embarazo depende únicamente de un cambio en el valor de los estrógenos. Incluso hay quien piensa que la hipersensibilidad olfativa que genera el embarazo puede estar asociada a la necesidad de la madre de oler a su bebé y establecer un primer contacto físico y ancestral. Desafortunadamente, sin embargo, esta sensibilidad extrema está asociada con efectos secundarios desagradables como náuseas y vómitos.
No afecta a todas las embarazadas por igual, pero en la mayoría de los casos se hace notar. Como mencionamos, un aumento de los estrógenos es el culpable de esta molesta sensación. Habrá algunos olores que nos encantaban que ahora no podremos ni acercarnos, aquella colonia o familiar con olor típico nos pueden llegar a molestar.
Cómo cambia el gusto
El olfato y el gusto guardan una relación. Durante el embarazo son dos de los sentidos que más cambian. El mismo proceso que sufre el olfato es el que debe sortear el gusto, pero en este caso, puede llegar a ser peligroso. La alimentación es algo muy importante para toda mujer que está esperando la llegada de un bebé, no comer bien puede tener algunas consecuencias.
Los primeros meses notaremos que tenemos una sensibilidad mayor en cuanto al gusto. Aquellas salsas increíbles que nos encantaban ya no tendrán secretos, notaremos hasta el número de dientes de ajo que lleva. Un sentido demasiado elevado que puede ser perjudicial ya que se vuelve más receptivo que nunca. Casi siempre va acompañado del deseo de alimentos más ácidos. El culpable es el ácido clorhídrico que en el estómago ayuda a la digestión. Durante el embarazo, su nivel desciende y sentimos la necesidad de alimentos más ácidos para compensar esta pérdida.
Debido a esto también a medida que pasan los días se puede generar un sabor extraño en la boca. Una base metálica que afectará a todos los alimentos. Algunos de nuestros platos favoritos pasarán a ser desagradables o viceversa. Podemos empezar a probar algunos alimentos nuevos o directamente apostar sobre seguro y quedarnos con los que nos apetezcan más.
Estos son los principales cambios que percibiremos en el gusto y el olfato, dos de los sentidos que más cambian durante el embarazo. Acostumbrarnos a esta etapa es un factor clave para poder continuar con nuestras rutinas diarias.
Qué hacer para solucionar el problema
¿Qué se puede hacer para remediar esta «distorsión» del gusto y el olfato?
Simplemente evita todo lo que pueda acentuar estas dolencias y espera, ya que no existen tratamientos médicos que puedan solucionarlas.
Normalmente, sin embargo, esta sintomatología no continúa más allá del tercer mes, y el apetito, como el gusto, vuelven a ser más o menos normales. Pero mientras tanto, en general, es útil seguir estos consejos:
- cambiar la dieta adaptándola a nuevos gustos
- favorecer una dieta ligera y beber agua durante todo el día
- evitar el consumo de alimentos fritos, grasos y picantes
- durante el día mastica chicle o caramelo con sabor a menta o limón
- usa un pañuelo empapado en un perfume fresco para poner cerca de la nariz en presencia de olores desagradables
La homeopatía sugiere el uso de Sepia 9CH, un remedio dedicado a las mujeres embarazadas que tienen molestias relacionadas con olores y sabores o podemos tomar el té de hierbas de semillas de hinojo y melisa o jengibre en los momentos más críticos consumir una rodaja de limón, naranja o pomelo.
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